Estaba Martha Hilda pensando
A un lado de su escritorio
Cuando llegó su secretario
Hasta su puerta gritando.
Señora, señora alcaldesa
Le grita con mucha vehemencia
La busca entre la raza
La parca para una audiencia
Martha la mira asombrada
Y solo atina a decirle
Parca, estoy acostumbrada
A reñir con gente tan prole.
La parca la mira sonriendo,
Y entonces levanta su falda,
Y Martha la dice gritando
Déjame a Carlitos Nava.
¿Para que quieres un inepto?
Por él te critican tanto
De seguridad no tiene un concepto
Y mejor te propongo un trato.
Contigo no hago concesiones
Contesta la alcalde valiente,
Ya basta de vacilones,
Y deja a ese incompetente.
Me voy muy triste te dejo,
Le dice la parca a Martha,
Si quieres a este conejo,
Emprendo muy triste la marcha.